La falacia del acceso anticipado nos cuesta muy caro

El modelo early access tiene muchos beneficios, especialmente para los estudios indie; sin embargo, en los últimos años el concepto se distorsionó y dio pie a prácticas cuestionables, como vender juegos sin terminar a precio de novedad, ofrecer microtransacciones y fomentar el FOMO.
Las versiones de prueba como las conocemos en la industria del gaming nacieron con el objetivo de permitir a los jugadores experimentar una parte del contenido de un juego por tiempo limitado. Son útiles para identificar errores, bugs, problemas de conexión y otras cuestiones antes del lanzamiento.
Muchas veces, las Betas cerradas se utilizan como un medio publicitario o como un simple incentivo de reserva. Su propósito es motivar a las personas a comprar el juego antes del lanzamiento oficial, en lugar de ser un recurso que pretenda mejorar el juego. Ya hemos visto un sinfín de sesiones de prueba que tuvieron lugar a pocas semanas del estreno. Sin duda, es muy difícil hacer ajustes significativos en las mecánicas o corregir errores en un periodo corto.
Debemos recordar que los juegos de early access son aquellos que se ponen a la venta a pesar de que aún están incompletos. Esta herramienta de financiación surgió con buenas intenciones, pues permite a los jugadores probar una versión previa y proporcionar retroalimentación a los desarrolladores. Podemos verlo como una colaboración entre los usuarios y los estudios.
Sin embargo, muchas compañías y desarrolladores perdieron el enfoque y se aprovecharon de este recurso para poner a la venta juegos llenos de bugs y errores bajo la promesa de que el lanzamiento oficial estará libre de problemas. En muchos casos, la producción avanza a paso de tortuga o simplemente nunca llega a buen puerto.
Estos recursos no son malos por naturaleza, pero las compañías los usan de maneras explotadoras. Tampoco queremos condenar a los usuarios que participan en estas prácticas, pero es importante que estén conscientes de lo que sucede y reflexionen antes de apoyar un proyecto de esta naturaleza.
¿Realmente vale la pena pagar más para jugar 5 días antes? ¿De verdad queremos jugar esta Beta? ¿Tenemos la certeza de que un juego en early access verá la luz del día? Es nuestra responsabilidad responder estos cuestionamientos antes de aflojar la cartera.