Assassin’s Creed Mirage

¿En verdad Assassin’s Creed Mirage nos lleva de vuelta a otra era?
A lo largo de su historia, una de las fortalezas de Assassin’s Creed ha sido la capacidad de llevarnos a otra época. Sí, tal vez la precisión histórica no siempre es lo suyo, pero hay pocas compañías que tengan la maestría de Ubisoft de recrear diferentes periodos de la humanidad para hacernos sentir inmersos en ellos. Es un trabajo enorme de investigación y recreación histórica que siempre rinde frutos y Assassin’s Creed Mirage no es la excepción.
La historia de Basim nos lleva a Bagdad en el año 861; es decir, la era de oro antes de quedar destruida. Así pues, visitarás un lugar vivo, con calles repletas de gente y tensiones ―tanto políticas como de clase― que han movido a la humanidad durante gran parte de su existencia. Tomando el rol de turista virtual, resulta increíble caminar por Bagdad para apreciar su arquitectura, empaparte de su cultura e incluso darte una idea de cómo habla su gente. Si eres curioso y le dedicas un tiempo a conocer la ciudad, serás recompensado con un viaje de aprendizaje que vale la pena disfrutar.
Otra fortaleza del juego está en su diseño de niveles. Ubisoft creó un Bagdad que no sólo luce atractivo y fiel al mundo real, sino que también sabe aprovechar sus elementos para hacer relucir el apartado jugable de Assassin’s Creed Mirage. El bucle de esta nueva entrega se basa en 3 elementos: el parkour, el sigilo y la investigación. Así pues, aprovecha los techos planos para que saltes de uno a otro, te escurras por tendederos mientras escapas de guardias o te escondas entre arbustos. Tanto la ciudad como los lugares específicos donde se desarrollan las misiones fueron hechos para que explotes las posibilidades del juego y superes los objetivos a tu manera.
Tomemos como ejemplo el árbol de habilidades. Es pequeño ―lo que era de esperarse por la escala de Mirage― y se divide en 3 áreas, cada una con un máximo de 8 habilidades a desbloquear. Entre ellas, están la posibilidad de saquear a los enemigos automáticamente; la oportunidad de ralentizar el tiempo al arrojar cuchillos y la de aumentar tu percepción para descubrir secretos con mayor facilidad. Lo estándar que hemos visto en las entregas más recientes, sólo que ahora sin la necesidad de grindear.
Entonces, ¿cuál es el problema? Que se trata de sistemas pensados para un RPG y, Assassin’s Creed Mirage no lo es. Es un sistema que, aunque ya había estado presente en entregas similares, aquí se siente heredado de juegos diseñados para consumir tu tiempo que se metió con calzador en un título cuyo objetivo es regresar a los tiempos donde la saga era diferente. Tampoco creas que es una queja por purismo a una idea sobre lo que debe ser Assassin’s Creed. Es un sistema que sobra por el simple hecho de que es insatisfactorio. Realmente no te deja personalizar tu estilo de juego y las mejoras tampoco son significativas. Una solución más elegante hubiera sido que algunas habilidades estuvieran disponibles desde el inicio y que otras se fueran desbloqueando con el progreso en la historia.
Si hay una parte de Assassin’s Creed Mirage que funciona, pero que pudo ser mejor, es el parkour. En muchos sentidos, es un elemento del juego que funciona y seguramente se convertirá en uno de los aspectos favoritos de muchos. Sin embargo, ese sabor dulce que tiene al final deja con un gusto amargo por una simple razón: Assassin’s Creed Mirage prometió ser un regreso a las raíces, pero su parkour no se siente así.
Ahora, ¿qué hay del combate? Lo primero que hay que tener en cuenta es que Basim es muy valiente, pero no es un guerrero. De este modo, tu principal manera de acabar con los enemigos será aprovechando el sigilo para atacarlos y el combate cuerpo a cuerpo queda como algo secundario. Eso sí, inevitablemente habrá situaciones en las que las cosas saldrán mal y tendrás que pelear. El sistema de combate de Mirage es funcional, pero tampoco esperes mucho. Solamente tendrás que esquivar ataques y realizar parry para acabar con ellos. Es un sistema que cumple, pero tampoco logra ser enganchante, como en las mejores entregas de la serie.
Es un juego con calidad en varios apartados y con el que los jugadores que llevan años enganchados a la serie disfrutarán. También es para aquellos que extrañan la serie, pero que prefieren evitar la abrumadora cantidad de contenido de la más reciente trilogía. No obstante, vas a encontrarte con un trago agridulce si esperas que sea el juego que logre revivir todas esas viejas glorias de tiempos que, aceptémoslo, nunca van a regresar.